Miedo o Triunfo en la UPR:
la lucha nunca termina
la lucha nunca termina
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Lo importante aquí, reitero, es la intensa campaña mediática contra el paro promovida desde las instrumentalidades del gobierno y a propósito de la asamblea de hoy jueves. Los titulares de los periódicos hablan de la cancelación de las sesiones de verano en tres recintos y de la posibilidad de considerar el "cierre" de Río Piedras.
Aparte de la campaña de miedo, la posibilidad del cierre es remota, pero sería irresponsable etiquetarla de irreal. Implica, por una parte, la aceptación de la derrota de parte de la Junta de Síndicos. Con eso el estudiantado tiene que tener cautela y tiene que conducir con sabiduría la nave en la tormenta.
Lograr un acuerdo satisafactorio --para ambas partes-- es una meta que debe buscarse. El gobierno no va a cortarse la cabeza. Antes de hacerlo preferirá la fuerza bruta del cierre. Lo difícil es un acuerdo en el que el gobierno sienta que ha ganado algo, que ante los ojos del país no luzca derrotado. Por eso un acuerdo con reclamos mínimamente satisfactorios que permitan continuar la lucha desde adentro, amenazando con nuevos eventos de huelgas o paros, es una opción a considerar.
Hostos dijo en una ocasión que no hay victorias últimas ni finales. No pensemos que eso existe fuera del cine. La vida toda es lucha, dijo Corretjer. El enemigo se reagrupa y vuelve siempre. El destino de la humanidad no está sobre los hombros de los jóvenes de hoy, ni siquiera el del país.
Por eso, aún más importante que obtener lo reclamado en este momento, es lograr construir instrumentos de lucha que queden para los que vienen después a continuar la lucha que nunca termina. Esa sí es una meta fundamental, que no debe ser derrotada ahora.
Marcos Reyes Dávila
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