FORTUÑO
y el maltrato de bebés
Quiero acusar al gobernador Luis Fortuño por maltrato de menores.
Si me preguntan quién merece más la cárcel, entre la madre que abandonó en el tren a su hijo, o los que dejaron olvidado en el carro al suyo, y el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, diría que este último. La madre del bebé del tren era una mujer desesperada y descontrolada, los padres del niño olvidado en el carro eran padres despistados y olvidadizos, pero Fortuño fue electo para velar y cuidar por el Pueblo de Puerto Rico. Y de todo el pueblo, niños y ancianos, por su desamparo, reclaman el cuidado más esmerado e imperioso.Fortuño premeditó y eligió reducir la protección de los bebés puertorriqueños.
Esta mañana fui a una marcha de protesta de padres, niños, médicos y personal del Hospital Universitario Pediátrico y el de Adultos. La protesta es por el desmantelamiento progresivo de uno de los hospitales más importantes y prestigiosos de Puerto Rico y El
Caribe.
Amparados en la nefasta Ley 7 que requiere que todo servicio rinda beneficios económicos y enriquezca a sus empresarios y familiares, el gobierno ha decretado la expulsión de más de un centenar de empleados de apoyo del Hospital, que ahora carece de secretarias, de personal en las oficinas administrativas, de contrato, de citas, etc. En la marcha de protesta participó la plana mayor del Hospital, los médicos de mayor rango, bajo el ardiente sol y bajo la lluvia. Nadie los recibió en el Capitolio de las oficinas de la presidencia del Senado o de la Cámara como no fuera la policía.
¡En Puerto Rico solamente, la Fuerza de Choque hace frente al personal médico! En Fortaleza se anunció que acudiría alguien a conversar con los médicos.
El Hospital Pediátrico ofrece la primera y la última atención a los reciennacidos, a los niños enfermos con cáncer, el único servicio de diálisis a niños del país, a los prematuros que caben en la mano de un adulto. Allí se realizan milagros de vida cada día.
Desmantelar el Hospital Pediátrico o asfixiarlo económicamente, es una salvajada que viola los Derechos Humanos más Elementales, y
los Derechos de la Infancia y la Niñez protegidos por las Naciones
Unidas. Ni los animales desamparan a sus crías.
Un enemigo de bebés, un rey Herodes, preside el gobierno de Puerto Rico.
Marcos
Reyes
Dávila
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