Hoy oí a la Universidad
rendirle una ovación a sus estudiantes
rendirle una ovación a sus estudiantes
La primera determinación de la asamblea sentó la pauta de toda la asamblea. Todos los profesores, de pie, rindieron una ovación a sus estudiantes en huelga.
Otro de los sucesos históricos de importancia ocurrió cuando los líderes de la APPU y la CONAPU comprobaron la coincidencia entre las respectivas listas de mociones que trajeron para consideración de la asamblea. De modo que María Gisela Rosado (APPU) y Luis Pío Sánchez-Longo (CONAPU) las presentaron juntos.
Entre las mociones aprobadas destacaron las siguientes:
-el apoyo a los reclamos estudiantiles,
-la defensa de la universidad pública,
-la denuncia de la represión policiaca,
-la contratación abusiva de profesores sin plaza,
-la congelación de ascensos y sabáticas,
-la defensa de la autonomía universitaria,
-el rechazo a la creación en secreto de una nueva Ley Universitaria
-reclamar la renuncia del presidente de la UPR, José Ramón de la Torre, y de la presidenta de la Junta de Sindicos, Ygrí Rivera
-solicitar la renuncia de los rectores que no acaten la política de no confrontación, como la de Río Piedras, Ana Guadalupe
-que se reconozca el derecho de los docentes a la negociación colectiva
-un voto de huelga que se pondrá en efecto si la administración no llega a acuerdos concretos con los estudiantes y se reprime la huelga estudiantil
-y la creación de un comité sistémico que dará seguimiento a todos los acuerdos.
Por mi parte señalé en un breve comentario que todas las demandas, reclamos y renuncias son buenas, pero su utilidad queda en entredicho ante el ejercicio del poder político que echará a la basura las demandas, el reclamo de autonomía y participación, y los buenos deseos. Así lo señaló en su informe el profesor José Sotero. Lo fundamental hubiera sido la creación de un instrumento docente propio capaz de empujar y de hacer prevalecer las posiciones de los profesores que se llama sindicalización, no Oficina de Asuntos Claustrales como alguien propuso.
Repetidamente la asamblea proclamó a viva voz: “Once recintos, una UPR”. La ocasión era maravillosa. Acaso se repita pronto.
MRD
No hay comentarios:
Publicar un comentario