la narco colonia de Estados Unidos
Una familia de la zona rural recibió los embates del FBI en la madrugada del miércoles 6 de octubre (2010). Destruyeron puertas, ventanas, muebles, esposaron a los dueños de la residencia. Al cabo de algún tiempo, los dejaron libres: “Pueden irse”, les dijeron, frente a su propia casa. Fueron a realizar un allanamiento, pero se habían equivocado de residencia. El jefe del FBI dijo más tarde, a preguntas de la prensa: “Qué demanden si quieren. Pero no vamos a ofrecer disculpas en este momento.” Así se gobierna en Puerto Rico.
Que el FBI anuncie desde Wáshington el arresto de más de un centenar de policías corruptos, vinculados casi todos en el tráfico de drogas, es novedoso. Me refiero al anuncio público, no a los policías corruptos. Ronda por todo el planeta la noticia en la que aparece el FBI como el héroe que corrije a los “locales”. En efecto: Puerto Rico es un narco-estado. La droga lo controla todo. Más la droga verde del dólar que la heroína o la cocaína y la marihuana. La droga verde que corrompe banqueros, legisladores, alcaldes, gobernadores y todo tipo de empresaurios. La droga verde que es mucho más terrible que la droga que aboba. La droga verde que hace al listo. Esos no caen en redadas. Caen los peones, los que hacen el mandado. Droga, dinero, armas y sangre.
En Puerto Rico llaman al FBI "autoridades federales". No hay autoridades federales en Puerto Rico, porque Puerto Rico no es miembro de la federación. Es una colonia. La colonia hace a las
llamadas autoridades federales autoridades coloniales.
Son esas autoridades coloniales las que controlan en Puerto Rico todos los poderes verdaderos. Incluyendo las aduanas y las fronteras. Son ellos los que permiten la entrada de la droga. Son ellos los que juegan a policías y ladrones con los peones locales. Son ellos los que construyen la narco-colonia. Son ellos los que fracasan, intencionalmente, en Puerto Rico.
Marcos
Reyes Dávila
No hay comentarios:
Publicar un comentario