UPR - In Memoriam

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UPR 

In Memoriam

        "Elige entre tu voluntad y una pistola."
                  Eugenio María de Hostos

Toda mi vida, mi vida entera, amé la universidad.

Mi madre estudiaba una maestría en Trabajo Social cuando yo era un niño pequeño. Cuenta que a veces me llevaba a Río Piedras porque, una vez dentro del campus, el niño de cinco años que era se mostraba absolutamente feliz.

Mi ingreso en el 1969 tuvo un impacto decisivo en mi espíritu. Fue una época de intensas transformaciones.

Hoy, lamento la muerte de toda ilusión.

El FASCISMO ataca la Universidad. Esto dejó de ser un conflicto sobre el pago de una cuota o de una crisis fiscal cuya existencia nunca se ha demostrado como no se puede demostrar la existencia de una "crisis energética" que obligue a construir a través del país un tubo mortal de gas. Las crisis se la inventaron para aplicar la política neoliberal y justificar una ley que puso en suspenso todos los derechos adquiridos por los trabajadores del país. Antes de ser gobernador, antes de hablar de crisis, Fortuño publicó su receta de capitalismo salvaje. 

El gobernador anuncia que la UPR quedará bajo control policiaco, en estado de sitio. Que nombrará un comité para cambiar las leyes y reglamentos desde fuera, de manera que la Universidad quede bajo control del partido de gobierno.

Que eso pretenda el gobierno, o esa Junta de Síndicos compuesta por gente extraña a la universidad, que no la comprende ni la puede comprender, no me sorprende. Son ellos, y el Presidente, los que  están en PROBATORIA por la Middle States, no los catedráticos, y nunca los estudiantes más brillantes del país. Ellos pueden llenar la universidad con gente que no sabe leer, ni sabe qué es un libro para que "proteja" la universidad de los estudiantes más brillantes del país y de sus catedráticos. 

Ellos, esa Junta de Síndicos cínicos, sabe que eso es lo mismo que quemar los libros. Sabe, saben, que asesinan la inteligencia otra vez como hicieron ante Unamuno en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca.

Lo que sorprende es que el Presidente de la Universidad, que debería saber lo que es la vida universitaria y cuya misión fundamental es proteger la universidad, no lo haga, y le entregue al gobierno la libertad, la vida, el corazón mismo --de aquella pobre campesina que en "El propósito de la Normal", de Hostos, se prosterna a la entrada de su escuela y la consagra--, apagando su impuso vital, su actividad creadora.

Lo que sorprende es la falta de voluntad, de esa voluntad que Hostos decía que era fundamental educar y fortalecer en el hombre y la mujer completos, de esa voluntad que cuando está ausente es preferible la pistola, el suicidio, en palabras de Hostos, porque un ser humano que es incapaz de defender los principios, comenzando por la necesidad ineludible de vivir en libertad no tiene vida, y es preferible la muerte; una comunidad universitaria, un gremio de maestros y educadores que no sea capaz de defender, no su trabajo, sino la libertad que es necesaria para la vida y, desde luego, la actividad educativa, esa facultad merece que el gobierno le provea una pistola, que sea llevada como a Federico García Lorca a un lugar en el olvido de la soledad para su ajusticiamiento; que sea llevada de cárcel en cárcel como a Miguel Hernández para que la consuma un rosario de ausencias.

Se asesinará con eso la libertad de pensamiento propia de la vida universitaria. Se asesinará en las calles y en los salones la creatividad, la disidencia y la diversidad. Se asesinará el espacio para la discusión libre y ponderada.

Será, en suma, una Universidad fascista. La negación misma de una universidad que nunca jamás acreditará la Middle States.

La Universidad morirá. No cabe duda. Su defensa no puede recaer solo en los estudiantes.

La Universidad de Puerto Rico, aquella que hizo célebre una pléyade de educadores ilustres, no tiene hoy quien la defienda.

Fue con sublime serenidad de espíritu que Eugenio María de Hostos, atizado por las urgencias del deber al que consagró con la mayor abnegación su vida, escribió una noche en su célebre Diario:

"Elige entre tu voluntad y una pistola".

Marcos 

Reyes Dávila,

UPR-Humacao, Puerto Rico 00791-4300