La UPR:
Sobre el tapete está la libertad
Esta es la Universidad pública del gobernador Luis Fortuño.
Que nadie lo olvide.
Esta es la Educación del gobierno de Fortuño.
Esto es lo que ofrece Fortuño y la alta administración universitaria los jóvenes más brillantes del país.
La debacle, el más absoluto fracaso imaginable de una administración universitaria troglodita y de un gobierno estéril que solo sabe enseñar la fuerza bruta porque en sus haberes no tiene nada más que ofrecer. Carece de todo.
Un poderoso ejército de policías antimotines, alentados por la decisión del Tribunal Supremo que pretende limitar y reglamentar la expresión en la universidad del estado, para vergüenza de un país venido a menos y empobrecido, se volcó ayer contra centenares de estudiantes que se manifestaban de manera pacífica.
¿Puede un Tribunal Supremo ser fascista?
Cómo no! En toda sociedad fascista lo han sido también los tribunales, desde la Alemania nazi, la España de Franco hasta el Chile de Pinochet o la Honduras que expulsó al presidente Zelaya. El fascismo no tolera la disidencia.
Fue precisamente del desamparo de los insensibles y los intolerantes que surgió el fascismo europeo. El mismo fascismo que hierve en Puerto Rico, incluso desde el Tribunal Supremo, y que solamente podrá ser detenido con el ejercicio de la voluntad masiva del pueblo de Puerto Rico.
No se discute aquí la cuota nada más, ni la existencia de una Universidad autónoma y democrática: se discute la libertad, que es el corazón mismo de la vida humana.
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mrd
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