Nunca acreditarán una UPR policiaca
UPR-Humacao
UPR-Humacao
repudia la policía
y la violación de la autonomía
En la mañana del jueves 16 de diciembre se celebró en el Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico una concurridísima asamblea de toda la comunidad universitaria. La misma fue convocada de manera unitaria por la Asociación de Docentes de la UPRH, el Consejo de Estudiantes, la Hermandad de Empleados No Docentes y el Sindicato de Trabajadores. La enorme 
participación de la comunidad académica obligó a utilizar, por un lado, el teatro, y por otro, el Centro de Estudiantes, unidos por canales de comunicación que permitían la participación desde ambos lugares.
La asamblea resolvió, unánimemente, realizar un paro de labores de 36 horas, con efecto inmediato.
El paro se realiza, según reza la moción aprobada al respecto, en repudio a la presencia policiaca dentro de los predios universitarios, la cuota especial de 800 dólares, la constante violación de la autonomía universitaria, las restricciones a la libertad de expresión y la política dictatorial e intolerante seguida por una alta administración universitaria que pisotea la democracia y la participación de los distintos sectores en la vida de la comunidad universitaria.
Al dejar desamparados de atención a los estudiantes, sujetos a las determinaciones de la policía, la alta administración universitaria ha renegado y renunciado a su deber y su responsabilidad ministeriales.
El gobernador lanza sobre los estudiantes que protestan la responsabilidad por la posible desacreditación de la UPR, y con ello miente, pues no es el ejercicio constitucional a la libre expresón ni la educación que reciben sobre ciudadanía al recurrir a la protesta lo que pone en riesgo la acreditación. Es la politización, la pretendida mordaza, las violaciones a los derechos civiles, el ejercicio bruto de la fuerza bruta policial, el gobierno directo que se ejerce desde fortaleza al poner en una esquina, como sordomudos, a las autoridades universitarias. Es, quizás lo más importante, la incapacidad de esa alta administración para concertar y concurrir con los diversos sectores de la comunidad académica a través de trámites académicos de diálogo y cooperación.
Es, en suma, la violación de todos los principios y fundamentos educativos, por parte de esa alta administración, que ha dejado a merced de la fuerza policiLa Asamblea celebrada en UPR-Humacao fue masiva. El gobierno debería tomar nota de que toda la comunidad académica, de los once recintos, se opone a su política intolerante y antiuniversitaria de mano dura.
participación de la comunidad académica obligó a utilizar, por un lado, el teatro, y por otro, el Centro de Estudiantes, unidos por canales de comunicación que permitían la participación desde ambos lugares.La asamblea resolvió, unánimemente, realizar un paro de labores de 36 horas, con efecto inmediato.
El paro se realiza, según reza la moción aprobada al respecto, en repudio a la presencia policiaca dentro de los predios universitarios, la cuota especial de 800 dólares, la constante violación de la autonomía universitaria, las restricciones a la libertad de expresión y la política dictatorial e intolerante seguida por una alta administración universitaria que pisotea la democracia y la participación de los distintos sectores en la vida de la comunidad universitaria.
Al dejar desamparados de atención a los estudiantes, sujetos a las determinaciones de la policía, la alta administración universitaria ha renegado y renunciado a su deber y su responsabilidad ministeriales.
El gobernador lanza sobre los estudiantes que protestan la responsabilidad por la posible desacreditación de la UPR, y con ello miente, pues no es el ejercicio constitucional a la libre expresón ni la educación que reciben sobre ciudadanía al recurrir a la protesta lo que pone en riesgo la acreditación. Es la politización, la pretendida mordaza, las violaciones a los derechos civiles, el ejercicio bruto de la fuerza bruta policial, el gobierno directo que se ejerce desde fortaleza al poner en una esquina, como sordomudos, a las autoridades universitarias. Es, quizás lo más importante, la incapacidad de esa alta administración para concertar y concurrir con los diversos sectores de la comunidad académica a través de trámites académicos de diálogo y cooperación.
Es, en suma, la violación de todos los principios y fundamentos educativos, por parte de esa alta administración, que ha dejado a merced de la fuerza policiLa Asamblea celebrada en UPR-Humacao fue masiva. El gobierno debería tomar nota de que toda la comunidad académica, de los once recintos, se opone a su política intolerante y antiuniversitaria de mano dura.
La Asamblea celebrada en UPR-Humacao fue masiva. El gobierno debería tomar nota de que toda la comunidad académica, de los once recintos, se opone a su política intolerante y antiuniversitaria de mano dura.
mrd
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