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Abraham ha vuelto
El País entero
crucifica a sus estudiantes
Abraham ha vuelto. El patriarca del Génesis. Lo vi ayer caminando en las inmediaciones del Capitolio con su hijo Isaac, presto otra vez al holocausto.
La ola represiva de ayer, 27 de enero de 2011, ola de represión que viene repitiéndose intermitentemente desde abril del 2010, pone en evidencia el inaudito valor y la capacidad ilimitada de abnegación y sacrificio de la juventud puertorriqueña, a la vez que pone en lamentosa evidencia el abandono en que los adultos, los mayores, los padres, madres y tíos, tienen a sus hijos.
Ayer el gobierno de Puerto Rico desató otra vez la guerra contra los estudiantes más brillantes del país en actos que calificó la versión electrónica de El Nuevo Día como “aterradores”.
Hoy la portada se aplicó la mordaza, seguramente impuesta por el gobierno contra un medio que cedió al terror, como ocurrió igualmente con El Vocero y casi con Primera Hora, que puso los eventos a un lado. Para El Nuevo Día la noticia de primera plana, absolutamente trivial, es :
“10 cambios que debe conocer”.
La de Primera Hora, absolutamente pueril:
“Los 15 trucos de los chillos”. ¡!
No negamos la ayuda, la solidaridad ni el esfuerzo de muchos padres solidarios con sus hijos, de muchos maestros, de muchos líderes sindicales, religiosos y de diversas organizaciones profesionales y comunales. Pero una cosa es bien clara, transparente y cristalina: la lucha es de ellos, no nuestra.
Son ellos los que articulan, instrumentan y conceptúan los propósitos y estrategias de su lucha, y los que ponen su pesada carga de sacrificio, su salud, su cuerpo y su mente en riesgo constante de perderla de un macanazo destemplado. Son las muchachas y los muchachos los que luchan desde hace casi un año por las libertades y los derechos ciudadanos del pueblo de Puerto Rico. El resto del país observa, como desde el palco del Coliseo Romano, el
banquete de las fieras del gobierno.
Los adultos todos, padres, facultad, sindicatos, líderes religiosos, la fuerza de la sociedad civil toda del país, hace lo mismo que los políticos de la oposición: dicen
Pero somos incapaces de hacer nuestra la lucha. Somos incapaces de poner en juego nuestra comodidad, nuestra carne, nuestra abnegación.
Los estudiantes están en realidad solos. Es su lucha, no la del resto del país. Abraham vive y coloca sobre el altar de sacrificio otra vez a su hijo. En nuestros muchachos regresa el Cristo para repetir su viacrucis.
¡No hay poesía más grande en el siglo XXI que el poema sublime, hostosiano y albizuista, que escriben día día nuestros hijos en las calles de Río Piedras!
¡Míralo aquí!:
Abraham ha vuelto. El patriarca del Génesis. Lo vi ayer caminando en las inmediaciones del Capitolio con su hijo Isaac, presto otra vez al holocausto.
La ola represiva de ayer, 27 de enero de 2011, ola de represión que viene repitiéndose intermitentemente desde abril del 2010, pone en evidencia el inaudito valor y la capacidad ilimitada de abnegación y sacrificio de la juventud puertorriqueña, a la vez que pone en lamentosa evidencia el abandono en que los adultos, los mayores, los padres, madres y tíos, tienen a sus hijos.
Ayer el gobierno de Puerto Rico desató otra vez la guerra contra los estudiantes más brillantes del país en actos que calificó la versión electrónica de El Nuevo Día como “aterradores”.
Hoy la portada se aplicó la mordaza, seguramente impuesta por el gobierno contra un medio que cedió al terror, como ocurrió igualmente con El Vocero y casi con Primera Hora, que puso los eventos a un lado. Para El Nuevo Día la noticia de primera plana, absolutamente trivial, es :
“10 cambios que debe conocer”.
La de Primera Hora, absolutamente pueril:
“Los 15 trucos de los chillos”. ¡!
No negamos la ayuda, la solidaridad ni el esfuerzo de muchos padres solidarios con sus hijos, de muchos maestros, de muchos líderes sindicales, religiosos y de diversas organizaciones profesionales y comunales. Pero una cosa es bien clara, transparente y cristalina: la lucha es de ellos, no nuestra.
Son ellos los que articulan, instrumentan y conceptúan los propósitos y estrategias de su lucha, y los que ponen su pesada carga de sacrificio, su salud, su cuerpo y su mente en riesgo constante de perderla de un macanazo destemplado. Son las muchachas y los muchachos los que luchan desde hace casi un año por las libertades y los derechos ciudadanos del pueblo de Puerto Rico. El resto del país observa, como desde el palco del Coliseo Romano, el
banquete de las fieras del gobierno.Los adultos todos, padres, facultad, sindicatos, líderes religiosos, la fuerza de la sociedad civil toda del país, hace lo mismo que los políticos de la oposición: dicen
Sí, mira qué abuso, o
Toma una contribución,
Si puedo paso esta tarde por el piquete,
Lo digo por radio,
Te escribo un verso.
Pero somos incapaces de hacer nuestra la lucha. Somos incapaces de poner en juego nuestra comodidad, nuestra carne, nuestra abnegación.
Los estudiantes están en realidad solos. Es su lucha, no la del resto del país. Abraham vive y coloca sobre el altar de sacrificio otra vez a su hijo. En nuestros muchachos regresa el Cristo para repetir su viacrucis.
¡No hay poesía más grande en el siglo XXI que el poema sublime, hostosiano y albizuista, que escriben día día nuestros hijos en las calles de Río Piedras!
¡Míralo aquí!:
Marcos
Reyes
Dávila
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