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Lazarillo del agua
“Zumbel tú, yo peonza.” L. Palés Matos
Cada noche me acuesto inadvertido
sobre el plácido lago a tus espaldas
Me dejo abandonado en tu vaivén
y sueño que despierto
pepita en su papaya
Cada noche me acuesto
arrimado a tu espalda
como la orilla al río
Y desde el cieno
te sostengo y te sueño
Te amparo y me amparas a la vez
y la mañana se entrecruza con las aguas
que bajan quebraditas de los arcos
Mi nombre lo escribió
una luciérnaga en el agua
desmemoriada del olvido
Zumbel tú, yo peonza.
Mi vida entera ha sido
como la flor de loto de un exilio
que peregrina cautivo del agua
un lazarillo
Acequia, estuario o poza
cundes alborotada y azul
cuando te abre la luz
pero danzas blanca y coralina
cuando la noche arremete taurina
entre las sábanas de la sabana
Tu mirada acaricia y te acaricio
Soy tu aguador
y llevo en mí tus aguas
Riego con ellas tus plantas margaritas
y aplaco la sed tan verde en tus bromelias
ésas que me despedirán un día
como quien sacude de su traje
las desempleadas gotas de la lluvia
en las acequias y los arrozales
Nadie en verdad me quiso
Salta un pez en la calle
Y en la fotografía
que se estaciona en mi escritorio
se alborota el olor de tus panes
Veo entonces que soy tu lazarillo
que caigo lentamente en el vacío
y que tengo grabado ya en la roca
el agua enlagrimada sobre el arco
de un epitafio agridulce y ruinoso
como una flor de loto
perdida entre la luz
y entre las sombras
Mi nombre se escribió en el agua.
Marcos
Reyes
Dávila
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