Zahorí

 Zahorí
       
Desde hace un tiempo
te oigo y te veo
por más que intente estornudarte
tus sabores agrios
Bate febril
en mi pecho
un colibrí
que brota de pronto
hecho sombra atribulada
y humo negro   
como la derrota inapelable
de estos días
de tuerto y de miseria
inmolados en el despojo
y en el fuego
de la sangre derramada
Otros anidan en mis ojos
cuando la mirada
se me descompone
     –zahorí– 
y aún sin quererlo me veo
en el guernica de picasso
Consumido entre tus dedos
y tras el grito mudo
de un caballo.

Marcos

Reyes Dávila

¡Albizu seas!