viernes, 30 de noviembre de 2012
jueves, 29 de noviembre de 2012
ARTE Fino
“La mañana es un pecho florecido de cielos”.
Zoé Jiménez Corretjer
Ante ti
y para ti
afino cada día
mis pinceles
mis cuñas y mis lápices
como la línea misma del horizonte
cuando no sabe
si se aciela o se amarina
Afino
cuando te desbordas
del lienzo o de la vela
cuando no cabes entera en mi beso
cuando me anego
en el pozo de tu beso
cuando te desenredas y me enredas
Regreso entonces
al bloque de granito
para desamordazarte
Y para recobrarte
colibrí
tus aromas de narciso
y terciopelo
Poco a poco
te aparejo en los tereques
te adobo en la cocina
y me envainas
te agrano los cereales dulces
y me endulzas
te arrullo los colores del canto
y me atormentas
Durante medio siglo
de explorarte
aprendí a alunizarte plenilunios
A aterrizarte en los jardines
A amarizarte azul
A jalearte y empanarte
los manjares
la melaza al atracarte
a delinearme al delinearte
de espalda o de frente
A acoplarte
y a desabotonarte
A detonarte el zíper
arroparte y calentarte
a cubrirte y descubrirte
la oceánica inmensa
La pradera profunda de tus cielos...
Y a simplemente
amarte.
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
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Arte fino,
Poesía de Marcos Reyes Dávila
martes, 27 de noviembre de 2012
Puerto Rico: Historia del PORVENIR en el Caribe
Puerto Rico:
historia del porvenir
en el Caribe *
Eugenio María de Hostos
Un archipiélago puede pensarse como una estructura de partes interrelacionadas que comparten, a pesar de todo, y más allá del color local de la otredad, las mismas fuerzas fundamentales del pasado histórico que generaron el presente que vivimos, y los mismos peligros del porvenir. Nótese, nada más, cuán disímil es este mundo del Caribe que en su extremo este vive aún la desintegración colonial y neoliberal de Puerto Rico, y en el oeste, más allá de la revolución cubana institucionalizada, en México, los peligros desintegradores del narcotráfico que llenan los titulares del mundo. Mas, por encima o por debajo de esa disimilitud se mueven desde hace siglos las mismas fuerzas integradoras y desintegradoras. Fuerzas que, sirviéndome del eco de algunos amigos, levantan hoy, con fuerza y paciencia ardiente, la nostalgia de las utopías de nuestra juventud, la paradójica nostalgia de aquel futuro de los años sesenta, o de aquella otra que se puede retrotraer hasta Bolívar, hasta Juárez, o hasta el rostro de Maximiliano asesinado con cara de Muamar Kadafi, nostalgias de un porvenir que parecen deshacer los vientos de la historia reciente.
Digamos, entonces, que el Caribe, que comparte con toda Nuestra América la conmemoración de las luchas emancipadoras bicentenarias, tiene no obstante al margen, más confundido que olvidados, pueblos como Puerto Rico que no pueden participar de la fiesta.** Mas Puerto Rico es parte integrante del mundo nuestro, de modo que sin él, la casa no está completa, ni está completa la gesta y la promesa de Ayacucho, como decía Eugenio María de Hostos.
Si repasamos someramente la historia veremos cómo desde hace siglos se inyectan en nuestro mundo los peligros del porvenir. El futuro del Caribe, como sabemos, lo define su pasado. En unos villancicos de 1676, Sor Juana Inés de la Cruz, la egregia mexicana que despunta señera, allende los mares, en el Siglo de Oro de las letras españolas, introduce la voz de un negro, tal como lo hizo en años anteriores. Esta vez, para nosotros, se destaca un detalle de identidad: trátase de un negro puertorriqueño. La introducción de un negro carece de novedad en la obra de Sor Juana. Sabido es la postura ampliamente inclusiva y sincrética de la cultura y de la obra de la monja en la que abundan negros, campesinos e, incluso, indios que hablan en versos en náhuatl. No obstante, no dejan de asombrar los primeros versos de un negro puertorriqueño*, seguidos luego por algunas coplas:
¡Tumba, la-lá-la; tumba, la-.lé-le;
que donde ya Pilico, escrava no quede!
¡Tumba, tumba, la.lé-le; tumba, la-lá-la
que donde ya Pilico, no quede escrava!
Los versos de Sor Juana evocan entrañablemente la obra señera de Luis Palés Matos. Palés, poeta nacido en el 1898, es quizás el más reconocido poeta del siglo XX en Puerto Rico en virtud de méritos varios, mas de manera prominente, por la creación de un arte poético sincrético de raíces afrocaribeñas que le recordó a la élite intelectual nacional hispanófila la indiscutible aportación de los diversos grupos africanos a la formación de la nacionalidad puertorriqueña y de la cultura caribeña toda.
Puerto Rico fue capturada para la cultura de Occidente en el segundo viaje de Colón (1493). En ese sentido, fue parte de la plaza primera de la conquista y colonización europea de las Américas. Su posición oriental determinó, entre otras cosas, que se le convirtiera en puerto de transbordo y en plaza fuerte del régimen colonial, hecho que repercutió en el siglo de la emancipación cuyo bicentenario celebran los demás países de Nuestra América, pues, aunque Simón Bolívar contemplara incluir a Cuba y Puerto Rico en sus proyectos de liberación, otros intereses frenaron sus deseos, entre ellos, las ambiciones de expansión del nuevo gobierno norteamericano plasmadas de manera soberbia en la doctrina del “destino manifiesto”. De esta suerte, ambas Antillas quedaron fuera del alcance de las iniciativas emancipatorias latinoamericanas, aunque quedaran, sin embargo, atrapadas muy pronto en las redes comerciales de los Estados Unidos. A pesar de que en las Antillas se gestó un movimiento de liberación coordinado desde el exilio que forjó la utopía de una confederación antillana, la historia no pudo evitar la intervención en la contienda de Estados Unidos en el 1898. El 1898 es el año que cifra la realidad puertorriqueña desde entonces y que determina las características fundamentales del siglo XX en Puerto Rico.
La economía de Puerto Rico –después del llamado “situado mexicano” del que damos gracias– dependía de la norteamericana aún bajo el régimen colonial español, y desde varias décadas antes de su conquista y ocupación. El Tratado de París (de 1898) solo certificó lo que era desde mucho antes un hecho. Es innegable que el movimiento autonomista, que a duras penas logró sobrevivir a la estrangulación del régimen monárquico español, quedó deslumbrado ante la ilusión de que Puerto Rico llegase a ser anexado como un nuevo estado del país “más libre y próspero” del planeta. Para toda la América Latina, pero de manera más acuciante en Centroamérica y las Antillas, la “nordomanía” fue un factor inmarginable en el desarrollo de los procesos políticos y los desarrollos económicos. Desde el exilio, Ramón Emeterio Betances y, de regreso, ya en suelo patrio, Eugenio María de Hostos, advirtieron que Estados Unidos se convertía en un imperio, negando con ello los principios de su propia constitución. Tras el régimen militar inicial, la Ley Foraker de 1900 estableció los parámetros, infranqueables e inamovibles, establecidos por el Congreso: “Puerto Rico pertenece a, pero NO es parte de, Estados Unidos”. Esa misma ley creó la Ciudadanía de Puerto Rico. No obstante, en el 1917, justo a tiempo para llamar a los puertorriqueños a servir en sus fuerzas armadas en la Primera Guerra Mundial, el Congreso “impuso” a los ciudadanos puertorriqueños la ciudadanía estadounidense.
Durante las primeras décadas del siglo, Estados Unidos gobernó directamente a la nación nombrando un gobernador norteamericano y una cámara alta. Este gobierno estableció los cauces de la incorporación de los recursos Puerto Rico dentro de los parámetros de los intereses norteamericanos y de una progresiva asimilación que no excluyó la enseñanza obligatoria del inglés, durante el primer medio siglo, ni el establecimiento de dicho idioma como idioma oficial. Algunos llamaron a este proceso en, los años setenta, “transculturación”. Otros, oscilaron entre los términos de americanización y de modernización.
No obstante, en el país se fue gestando la protesta. Aún muchos de aquellos que dieron vítores a la bandera que entraba a tierra al frente de las tropas, tras el cañoneo de San Juan, soñando con que Puerto Rico se convertiría en un nuevo estado de la federación, pronto tomaron conciencia de la realidad de los hechos arropados por el desahucio colonial de sus ilusiones. Con la bandera y la lengua, todos los símbolos patrios la identidad misma del puertorriqueño, habían sido prohibidos y criminalizados.
En el 1930 fue electo presidente del Partido Nacionalista Pedro Albizu Campos. Albizu se convertiría en una figura heroica y legendaria que retaría, incluso con el uso de las armas, el dominio norteamericano. Sufrió por ello la más feroz represión del régimen colonial y tuvo que vivir la mayor parte de su vida tras las rejas. Sin embargo, ante el empuje de un pueblo que canalizaba de muy diversas maneras su reclamo de reivindicaciones proclamando su identidad nacional, el gobierno norteamericano dio marcha atrás a la imposición durante medio siglo del inglés, y, eventualmente, impuso un modelo autonomista cuya figura protagónica fue Luis Muñoz Marín. En el 1952 se creó la imagen ilusoria de un estatus que llamaron “Estado Libre Asociado” (ELA), con una constitución, enmendada y refrendada por el Congreso norteamericano, un gobernador y cámaras legislativas puertorriqueños, y una bandera finalmente descriminalizada. El régimen mantuvo tras bastidores, no obstante, todos los poderes plenarios del Congreso sobre Puerto Rico en lo que se dio en llamar la jurisdicción de la “esfera federal”, esto es, el control colonial de todos los factores de importancia estratégica, incluidos los tribunales “federales”, las leyes de cabotaje, el control de aduanas, las instalaciones militares, la economía, moneda, ciudadanía, industria, las comunicaciones, entre otras cosas, y todo aquello que el Congreso determinara, unilateralmente, de interés nacional norteamericano, como el precio de la leche y de los huevos. A pesar de ello, el gobierno de Estados Unidos convenció al Comité de Descolonización de la ONU en el 1953 de que Puerto Rico se había autodeterminado libremente. Eran los años del triunfo en la Segunda Guerra Mundial.
Estados Unidos no mostró vergüenza alguna al utilizar, frente al desarrollo del nacionalismo en Puerto Rico, todo el poder del estado imperial a través de todas sus agencias de seguridad, civiles y militares, el asesinato, la represión judicial e, incluso el uso de las fuerzas armadas. Sin embargo, tuvo más éxito con el patrocinio del exilio, las subvenciones económicas para una enorme porción de la población, el control de los medios de comunicación y de la enseñanza, la militarización del país y la drogadicción. Desde Martinica, Fanon explicó que todo régimen colonial deforma el espíritu del colonizado de modo análogo a cómo se deformaba el pie de las mujeres chinas.
El gobierno de Roosevelt y la Segunda Guerra Mundial impulsaron profundos cambios en la sociedad puertorriqueña. Del monocultivo de la caña de azúcar de las primeras décadas, se pasó a un proceso de industrialización que arruinó la agricultura e impulsó la emigración masiva del campo y la montaña a la costa y la capital, y desde allí a los Estados Unidos. La Revolución Cubana benefició durante un tiempo a la isla pues Estados Unidos quiso proponer a Puerto Rico, ante Nuestra América, como alternativa, es decir, como “vitrina de la democracia” al estilo norteamericano. Sin embargo, tan solo unos lustros más tarde, los cambios profundos operados en un mundo descolonizado, la crisis del mundo socialista y la caída de la Unión Soviética, la expansión del tráfico de drogas, la militarización, y el auge del modelo neoliberal de fin de siglo trajeron consigo la quiebra y la ruina de un país descapitalizado, inflado artificialmente por una economía sin raíces propias, subvencionada por los programas de asistencia social del imperio, tan incapaz e impotente que, siendo isla, carece de una industria pesquera.
Desde el 1968 reina en el país un bipartidismo práctico, bipartidismo que bien mirado es ilusorio pues ambos partidos comparten en lo fundamental el mismo programa económico: el de los empresaurios. El independentismo, que no ha desaparecido del todo, sucumbió ante la intensa represión del segundo medio siglo a manos de operativos de inteligencia, y con la ayuda del amplio consumo de drogas, de los programas de asistencia social y de la propaganda omnipresente, mas no sin dejar de articular respuestas heroicas como la del grupo autodenominado “Macheteros” –o Ejército Popular Boricua– que protagonizó golpes espectaculares como la destrucción de los aviones de combate de la “National Guard”, el robo de mayor envergadura en la historia norteamericana, y el ataque con bazuca al edificio que alberga las instalaciones del FBI y la Corte imperial.
La bancarrota del país en el espacio de entresiglos ha sido un hecho inexorable de la fatalidad. Tras la caída de la Unión Soviética y el abandono de la política que ofrecía a Puerto Rico como vitrina del éxito norteamericano, Estados Unidos, encauzado desde Reagan por una política derechista neoliberal, recortó los créditos contributivos que sostuvieron el financiamiento del ELA –la llamada sección 936 del código de Rentas Internas norteamericano–, desalentando de ese modo la instalación de nuevas industrias. Las leyes de cabotaje que encadenan el comercio de Puerto Rico a la marina más cara del planeta hicieron imposible el desarrollo de un megapuerto de transbordo que se planteó como sustitución de las empresas 936. La privatización de todo se propuso como la solución ideal ante un gobierno incapaz de resolver las dificultades crecientes. De la mano de la privatización, en un dualismo inalterable, vino, como viene siempre con ella, la corrupción.
El Puerto Rico del siglo XXI es un país a la deriva, desterritorializado y nómada, descapitalizado y quebrado. Desde principios de 2010 se comenzó a fraguar una crisis institucional producida por una merma sustancial en el presupuesto que consignó el nuevo gobierno de Puerto Rico, resultado a su vez de la crisis fiscal que afronta un país que ha visto reducir en los últimos lustros su tasa de empleo a un 40 %, su población en un 2.2%, su economía en un 10%, y su riqueza nacional en alrededor de 50 mil millones de dólares.
El gobierno electo a fines del 2008, asumió con intransigencia ciega la fórmula neoliberal y neofascista que ha estado prevaleciendo en gran parte del mundo capitalista occidental. Sus primeras acciones estuvieron dirigidas a poner en suspenso el estado de derecho prevaleciente en Puerto Rico, con el pretexto de esa crisis fiscal, y bajo el amparo de una ley que derogó convenios y leyes laborales, retrocedió las conquistas laborales y las condiciones de empleo en el país, a la vez que decretó el despido de cerca de 40,000 empleados públicos, muchos de los cuales disfrutaron durante décadas de la ilusión de ser empleados permanentes. Simultáneamente orquestó, por vía legislativa, la eliminación de numerosas instituciones que articularon durante más de medio siglo la participación democrática en los asuntos del país como el Colegio de Abogados, a la vez que alteraban la constitución de otros instrumentos del poder para garantizar de ese modo el control directo e inmediato de los mismos. Gobiernan comités del partido en todos sitios. Entre estos, se destaca de manera prominente el Tribunal Supremo de Puerto Rico y la Universidad de Puerto Rico (UPR).
En Puerto Rico, ese proyecto contempla la destrucción de la identidad nacional puertorriqueña enmascarada con la vestimenta de un estado “latino”, una especie de producto “transgénico” que no es ni puertorriqueño ni mexicano ni cubano.
Veamos algunos datos objetivos del Censo del 2010 publicados en el diario “El Vocero” el 23 de octubre pasado:
En Puerto Rico hay 3.7 millones de habitantes. Casi la mitad de la población vive bajo el nivel de pobreza. El 37 % de la población depende del Programa de Asistencia Nutricional federal (PAN). En la última década se ha ido del país más de medio millón de puertorriqueños, lo que significa fuga de conocimientos, pues la mayor parte de ellos son jóvenes graduados. Puerto Rico tiene una diáspora ascendente a 4.2 millones de boricuas que vive en Estados Unidos. Hay un desplazamiento más amplio que en países como Irak, Afganistán, Somalia, Sudán y Palestina, donde el exilio obedece a guerras civiles o intervenciones extranjeras. La población menor de 18 años se redujo a 17 %, lo que significa que Puerto Rico se ha quedado sin clase trabajadora, con más pobres, dependientes, personas marginadas y discapacitadas. Para colmo, tenemos 726 mil personas con algún tipo de discapacidad, que equivale al 20 % de la población. Los discapacitados y los niños suman 1.5 millones, o sea, la tercera parte de la población.
El 80 % de los maestros del sistema público no domina el inglés. Hay 2,444,000 personas mayores de 25 años, 20 % de las cuales tiene noveno grado o menos, el 25 % tiene sólo cuarto año. El 63 % de la población tiene educación superior o menor. El analfabetismo real y el funcional ha ido en aumento. La población total del país se redujo en un 2.2 % en la pasada década. La Isla –concluye la nota periodística– ha ido en retroceso, según los datos del que se podría catalogar como el peor perfil nacional reflejado en un censo desde el primero, realizado en 1950.
Este proceso vivido por Puerto Rico no se da al margen de la historia del Caribe. Todo lo contrario: es parte, cónsona e interdependiente, de la historia de los países del archipiélago y de la tierra firme también. Halla eco en la guerra imperialista que despojó de gran parte de su territorio a México, en los bombardeos y la ocupación de Veracruz, en las invasiones de Nicaragua, Haití, Granada, República Dominicana, en la creación y la ocupación del Canal de Panamá, en los golpes de estado y las dictaduras que han proliferado por toda Nuestra América, incluido Brasil, y en las conspiraciones que se ciernen sin pausa sobre Cuba, Venezuela, Bolivia y otros países. Además de la política imperialista presente desde la fundación misma de nuestros estados modernos, hemos hablado de la política económica neoliberal que se impone en el mundo del mismo modo que en nuestro hemisferio. En verdad, es peor que lo dicho la realidad de los pueblos del Caribe, pues la región adolece como ninguna otra del mal de estar situado justo en el patio trasero del imperio. Esa realidad que nos ha merecido el injusto mote de ser “repúblicas bananeras”, aunque por otra parte nos diera el de Macondo. Un muro de sangre sólida como el de Berlín o Palestina está colocado en la frontera por donde Obama ha deportado ya un millón de latinos, casi todos mexicanos. Pero más peligroso aún es la existencia de cinco comandos de la agencia antidrogas estadounidense (la DEA) que realizan operaciones secretas en los países del Caribe por órdenes de Obama. Sea como sea, este archipiélago transnacional parece tener como destino, tanto de sus sueños como de sus necesidades, aquella unión de estados, aquella confederación antillana y caribeña, que nuestros próceres intentaron construir.
Ahora que con el bicentenario de la independencia se reformula la identidad, las complicidades y las necesidades de la patria grande de Nuestra América, llega el momento de aclarar las cuentas. Repito, por fundamental, algo que anoté al principio de estas líneas en una nota al calce: En la fundación reciente de la CELAC sólo Nicaragua, y luego, algunos medios, recordaron la ausencia de Puerto Rico. En la VI Cumbre de la OEA, celebrada en fecha posterior a la redacción original de estas líneas, se habló de las Malvinas, del mar de Bolivia, de los pueblos indígenas y, sobre todo, de la exclusión de Cuba, pero nadie recordó que Puerto Rico, ocupado, es también un país de Nuestra América. La cultura, la academia, las revistas culturales, tienen la obligación imperativa e ineludible de estudiar esta realidad, difundir esta noticia y velar porque las aspiraciones fundamentales de nuestros tiempos, aquellas que proclamaron la igualdad, la libertad, la democracia y los derechos humanos sean el norte inexcusable de nuestras luchas en el reino de este mundo. La ingenuidad es peligrosa. La actitud de alerta ante la desinformación y el engaño es inexcusable. No hay misión ni proyecto más grande ni más noble. Ni más peligroso. La cultura no es apolítica ni neutral. Los académicos, los profesores y estudiantes universitarios, los escritores y los intelectuales, están siempre en posición prioritaria en la agenda de las invasiones, las agresiones, las ocupaciones y las dictaduras. La defensa de la libertad, la justicia y la verdad son valores inalienables nuestros. Eso lo escribió Sor Juana Inés de la Cruz antes de que intentaran, en vano, encerrarla en la celdas del silencio y la obediencia. El joven Hostos lo comprendió ya desde el 1866, cuando redactó de manera contundente la siguiente sentencia: “Elige entre tu voluntad y una pistola.”
Ésa es nuestra responsabilidad como comunicadores, académicos y trabajadores de la cultura, ésa es nuestra obligación, y eso hacemos, aunque nos cueste la existencia. La realidad que vivimos tanto como las perspectivas del porvenir nos imponen una agenda larga, urgente, llena de tareas insoslayables.
¡Albizu sean! Y ahí les vamos.
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
* Estas líneas se escribieron como una ponencia que se presentó en noviembre de 2011, como parte del encuentro Veracruz también es Caribe. Se publican ahora ligeramente editadas, en ARCHIPIÉLAGO 77.
** En la fundación reciente de la CELAC sólo Nicaragua, y luego, algunos medios, recordaron la ausencia de Puerto Rico. En la VI Cumbre de la OEA, celebrada en fecha posterior a la redacción original de estas líneas, se habló de las Malvinas, del mar de Bolivia, de los pueblos indígenas y, sobre todo, de la exclusión de Cuba, pero nadie recordó que Puerto Rico, ocupado, es también un país de Nuestra América. [En la reciente Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz --noviembre de 2012-- tampoco fue invitado ni reconocido como país hispanoamericano a Puerto Rico, a pesar de que una mayoría votó en contra del régimen colonial y por mayor soberanía.]
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Puerto Rico
miércoles, 21 de noviembre de 2012
lunes, 19 de noviembre de 2012
El niño palestino
Réquiem
El niño es un capullo
Su imagen me habita
No sé si sobre su frente
se abre un capullo de pascua
o se aprestan a salir los pájaros
Te miro y
se me alargan
los versículos de los lamentos
Y mi espíritu se reseca
sobre los olivos ciegos
Como aceitunas
corren mis ojos
sobre el piso de piedra
Huyo con sandalias de polvo
del muro de todos los lamentos
donde se estrellan
como un puño de arena
salmos que jamás serán oídos
Sí, el niño
palestino
es un capullo
Su imagen me habita
los resquicios del pecho
Su frente abre otro capullo
de rosas rojas
por donde huyen
buscando cielos
los pájaros de sus sueños.
La Corona de Cristo
desde ahora
se llama Palestina .
Marcos
Reyes Dávila
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
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Poesía de Marcos Reyes Dávila
domingo, 18 de noviembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
El colibrí en una lágrima
.
El colibrí
en una lágrima
“En la vida todo es ir
a lo que el tiempo deshace.”
J. A. Corretjer
Para Marcos Rodríguez Frese
...Y de pronto
allá fuimos
Y la función se acaba
El colibrí en el aire
sin tener dónde posarse
sobre praderas de agua
Roto el cordón del ayer
los espejos y los puentes
Bodega anegada en nada
Todo quedó en el redor
de pura noche sin alba
Detenida en un por siempre
la palabra se enmudece
en boca de sus nostalgias
Sin muelles y sin mañana
es la hora oscura del polvo
del adiós y la polilla
Y en el océano
perlada
una lágrima perdida.
Marcos Reyes Dávila
¡Albizu seas!
viernes, 9 de noviembre de 2012
¿Dónde está Hostos?
Y Hostos,
“un ilustre desconocido”: Pedreira
La pregunta que constituye el título de estas líneas no pretende desarrollar, otra vez, la idea certera de Antonio S. Pedreira. Más bien intenta apuntar hacia dos asuntos diferentes.
(1) Por una parte, hacia la política que una nueva administración universitaria debería seguir respecto al Instituto de Estudios Hostosianos, desmantelado por la administración novoprogresista que ignoró el interés de su fundador, don Luis A. Ferré, en la obra de Hostos.
(2) Por otra parte, hacia dónde están escondidos muchos textos hostosianos que don Juan Bosch conoció y a los que hace referencia en su biografía “Hostos, el sembrador”.
1.
Eugenio María de Hostos es el puertorriqueño más ilustre, el de mayor trascendencia histórica para Nuestra América. Descansa en el Panteón de los Héroes de la República Dominicana por haber sido, en palabras del ex presidente Juan Bosch, uno de los cinco forjadores de esa patria antillana. Maestro de José Martí, aunque nunca se dieran la mano, Hostos fue proclamado por los estados latinoamericanos reunidos en Lima en el 1938, “Ciudadano Eminente de América”. El proyecto del tren trasandino que repetidamente defendió, existió durante cerca de setenta años uniendo, a través de los Andes, a Argentina y a Chile, y la primera locomotora que cruzó las cumbres nevadas llevaba su nombre.
Con motivo del sesquicentenario de Hostos (1989) la Universidad de Puerto Rico, presidida por Fernando Agrait, creó la Cátedra de Honor Eugenio María de Hostos, que la administración novoprogresista también descontinuó, y creó el Instituto de Estudios Hostosianos con la encomienda principal de publicar una nueva edición crítica de las obras completas de Hostos. El proyecto, lamentablemente, se descontinuó. Puerto Rico, nación antillana administrada por Estados Unidos, no pudo continuar con un proyecto que ha llevado con viento en popa, y gloriosamente, Cuba, en torno a las obras completas de José Martí.
Cualquier intento de devolverle la universidad a los universitarios, cualquier proyecto de reconstruir una universidad pública puertorriqueña, debe necesariamente plantearse la restauración del Instituto de Estudios Hostosianos y la Cátedra de Honor Hostos, del mismo modo que los principios de la famosa pedagogía hostosiana, uno de los cincuenta maestros más grandes de la historia de la humanidad, deben inspirar y orientar los trabajos de un nuevo Departamento de Educación.
2.
Recientemente visité la República Dominicana y adquirí una edición de la Fundación Bosch de “Hostos, el sembrador”. Bosch, como se sabe, supervisó el trabajo de traslado a maquinilla de los originales de Hostos que se publicaron en las Obras completas de 1939. Cuando hice mi primera lectura de esa obra, hace algunas décadas, no estaba en condiciones de percatarme de algo que me asaltó al releerla ahora. Y es que Bosch alude a numerosos textos que ahora puedo asegurar que NO están presentes ni en la edición facsímil de 1969, ni en el llamado tomo XXI (“España y América”), publicado en fecha posterior al 39, ni en la edición crítica más reciente.
Tengo la sospecha de que se trata, fundamentalmente, de cartas y textos de naturaleza personal e íntima, que quizás la familia, por pudores irrazonables, prefirieron reservar al ojo público de la historia. El hecho de que al realizar la edición crítica de numerosos textos publicados en las Obras completas de 1939-1969 se pudiera observar la supresión y enmienda de numerosas expresiones presentes en los originales, nos permite colegir que esa actitud de reserva y pudor estuvo en efecto presente y pudiera explicar la omisión de textos.
¡Ojalá no se hayan perdido sin remedio! ¡Ojalá que, quien los tenga, los presente por fin! Son joyas sin precio de la patria puertorriqueña, antillana, latinoamericana, y universal.
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
Conclusiones del proceso eleccionario y la UPR
Conclusiones del Proceso Eleccionario y la UPR
Yo creo que la primera conclusión
que debe sacarse del proceso
es que las elecciones cada cuatro años
NO SON SUFICIENTE
NI ACREDITAN LA IDEA
DE VIVIR EN DEMOCRACIA.
Si había miedo,
el miedo que silenció los sindicatos,
las instituciones
y a la comunidad universitaria
después de la famosa, inolvidable,
huelga estudiantil,
cuyo carimbo marcó para siempre
el gobierno de Fortuño,
no debería haber miedo ahora.
Pero me temo que los pitirres
tardarán en volver a levantarse.
Un frío olímpico
mantiene invernando a la Universidad.
Marcos Reyes Dávila
¡Albizu seas!
jueves, 8 de noviembre de 2012
El Plebiscito de 2012 - ENSAYO SOBRE LA LUCIDEZ
El Plebiscito de 2012:
Ensayo sobre la lucidez
“(La estadidad) ganó claramente. La gente que dice que perdió lo que están es buscando excusas”, expresó contundentemente Bennie Frankie Cerezo.
Apreciado Benny:
Usted NO tiene razón, y lo sabe. (¿No recuerda usted la novela de Saramago "Ensayo sobre la lucidez" ?)
Primero, porque las papeletas en blanco no son como las que aparecen de vez en vez en las urnas usuales, sin sentido político definido claro.
El principal partido de oposición, el PPD, ganador de la elección, hizo campaña para votar en blanco. Eso le da a esas papeletas un claro sentido político.
Pero de todas maneras el asunto no es si la opción de la estadidad consiguió más votos, pues la estadidad no puede ganar sin la opción de la mayoría absoluta.
Si en casa de Fortuño y doña Myriam votan TODOS por la estadidad eso no es un triunfo de la estadidad.
¿Dónde queda la voluntad mayoritaria del pueblo de Puerto Rico?
¿Dónde están las bases internacionales que acreditan un proceso descolonizador?
Usted sabe que el resultado demuestra claramente que un 55 % NO QUISO, rechazó, votar por la estadidad. ¡ Un diez % más !!
Sabe también que al menos un 39 % quiere y pide más soberanía. (33.3 % ELA Soberano más 5.5 % Independencia).
Eso, más de un siglo después de dominación absoluta, tras 114 años de coloniaje desviacionista, dependiente y deformador, es una redención histórica que pone en evidencia la capacidad de resistencia del pueblo de Puerto Rico y la fortaleza de su identidad nacional.
¡Cuánto me apena que mucha prensa en España NO SEPA LEER y diga lo mismo que usted!!
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
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miércoles, 7 de noviembre de 2012
Elecciones de 2012
Elecciones de 2012:
Entre el Júbilo y la Advertencia
El
triunfo del Partido Popular Democrático (PPD) mueve a júbilo a gran parte del
país, indudablemente. Pero no puede perderse de vista que su mayoría es minoritaria.
Ganó con un 47.85 % de los votos. Ganó, además, en una medida importante,
porque sectores fuera del PPD votaron a favor del candidato a gobernador, y
porque un porciento considerable del PNP no votó, desencantado, para reelegir a
Fortuño. La mayoría del PPD que le permite formar gobierno, es coyuntural,
fruto del momento, y quizás no se repita. En el caso de los llamados partidos
emergentes, lo comprueba la diferencia entre los índices que señalaban todas las
encuestas y el decepcionante voto realizado. La Independencia obtuvo 72.5 mil votos, pero en la elección el
Partido Independentista sólo consiguió
46 mil votos. García Padilla apeló directamente por ese alegado “voto
útil”, con fuerza.
Una de
las lecciones de esta elección es que el PPD necesita de otras fuerzas para
ganar elecciones. La razón para ello pudiera ponerla en evidencia los
resultados del mal llamado “plebiscito”. A pesar de que el PPD llamó a votar en
blanco, y no a favor del ELA Soberano, a pesar de que llamó el PPD a votar por
el Sí, es decir, por el ELA territorial–colonial, ese ELA colonial fue
rechazado por una mayoría importante, un 54 % frente a un 46 %. Más de 934 mil
puertorriqueños rechazaron el ELA colonial y territorial de 1952.
A pesar
de que el PPD no pidió un voto por el ELA Soberano (la República Asociada),
esta opción consiguió 437 mil votos frente a los 802 de la Estadidad y los 72.5
mil de la Independencia. Si se toma en
cuenta que los votos en blanco (468.5 mil) en esta elección son producto de un
llamado del PPD en ese sentido, es decir, el voto en blanco es un voto en
efecto, la suma del voto contra la Estadidad es de 978 mil, es decir, una
mayoría de 176 mil votos. El país, en
conclusión, parece haberse preparado, sin la participación del PPD –a excepción
de la campaña tímida del ex gobernador, Aníbal Acevedo— a solicitar los poderes
necesarios para salir de la dependencia y de la inferioridad, indigna en
palabras de Hostos, y recuperar el derecho humano fundamental, inalienable, de
todo pueblo de ejercer la soberanía y autodeterminarse.
Todo
país necesita de instituciones que afirmen al país, la nacionalidad, el orgullo
propio, y la democracia. Llegó la hora.
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
(Publicado en CLARIDAD el 8 de noviembre de 2012.)
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Elecciones de 2012 en Puerto Rico
Resultados Elecciones del 2012 en Puerto Rico
El resultado electoral en Puerto
Rico fue una
derrota para el gobierno actual --estadista,
anexionista, y
fascista--, al que se le descontó
su margen de victoria de la elección
anterior de
225 mil.
El "Plebiscito"
en Puerto Rico, celebrado de
manera simultánea con la elección:
1. Un 54 % rechazó el ELA
Colonial, es decir
el ELA,
estatus actual, por primera vez en historia.
2. En las opciones de estatus presentadas,
la
Estadidad parece vencer con 797 mil votos,
pero frente a ese 61 %
están:
434 mil votos por el ELA Soberano (República
Asociada),
72 mil
votos por la Independencia,
¡y 460 mil votos en blanco !, producto de
que el
partido opositor,
autonomista, pidió ese voto en blanco.
De
manera que frente a los 797
votos por la Estadidad
hubo 966 mil votos
en contra,
una diferencia de 169 mil votos,
a pesar de la intensa
campaña por la Estadidad
y por el actual gobernador
que hizo la Asociación
de Gobernadores
Republicanos de Estados Unidos,
interviniendo en las elecciones
puertorriqueñas.
derrota para el gobierno actual --estadista,
anexionista, y fascista--, al que se le descontó
su margen de victoria de la elección anterior de
225 mil.
El "Plebiscito" en Puerto Rico, celebrado de
manera simultánea con la elección:
1. Un 54 % rechazó el ELA
Colonial, es decir
el ELA, estatus actual, por primera vez en historia.
2. En las opciones de estatus presentadas, la
Estadidad parece vencer con 797 mil votos,
pero frente a ese 61 % están:
434 mil votos por el ELA Soberano (República
Asociada),
72 mil votos por la Independencia,
¡y 460 mil votos en blanco !, producto de que el
partido opositor,
autonomista, pidió ese voto en blanco.
De manera que frente a los 797
votos por la Estadidad
hubo 966 mil votos en contra,
una diferencia de 169 mil votos,
a pesar de la intensa campaña por la Estadidad
y por el actual gobernador
que hizo la Asociación de Gobernadores
Republicanos de Estados Unidos,
interviniendo en las elecciones
puertorriqueñas.
domingo, 4 de noviembre de 2012
viernes, 2 de noviembre de 2012
“Sé cuán liviano es el aliento.” Karen Sevilla
Qué se eleva sino es lo leve
la promiscuidad de la altura
–ajena al plomo
y a la roca–
lo que brota
vertical de la semilla
y se difunde como espora
Sé cuán liviano es el viento
ese viento peregrino y solidario
que penetra agudo
lo más estrecho
lo mismo que se torna amplio
en la vega
que te busca
o en el pecho recio
de una vela en celo
que me trae aromas de mares lejanos
o las huellas de su paso planetario
Cómo sostiene las alas
del colibrí
que aún sueña
con las rosas sin nombre
Cómo aupa y redime
las banderas
que persisten
indómitas y libres
como las fieras.
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
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