Madrigal
anaranjado
Anda que te anda
la anaranjada
Pintas donde andas
cada mañana
un rubor ambarino
que se asoma
en tus rizos
de amapola
Y desde el encaje anaranjado
entre las nubes
--tu lecho de cielo--
cae un pudor que coquetea
estremecido entre las hojas
como una anunciación
Subes por la calle
pecho a trecho
como subes por mi pecho
beso a beso
Hada del ala
me llamas
retocada y coralina
Me provocas deseosa
muy prendada a una caricia
Haces como una lámpara
que se enciende allí
donde jugosos
me sorprenden tus ojos
como naranjas
Allí donde me acojes
abandonada
y acolchada
Colibrí enamorado
de tu campana
Anda que te anda
la anaranjada.
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario