Madrigal del violoncello
Mi cuerpo
es un violoncello
fundido con contrabajo
Mis venas
y mis arterias
son cuerdas del mismo brazo
los más dulces sobresaltos
y a veces te cantan bajo
como la piedra a un descalzo.
(Ya la una o ya la otra
lanza el david en su onda
Y en ambos a dos se tejen
lo mismo el canto que el llanto.)
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!