Mi pecho es ya un ataúd. Yo no estoy obsesionado con el horror en Gaza Obsesionada con Gaza está la muerte la sangre palestina los zapatos huérfanos la sonrisa desgranada
Señor si yaces en algún sitio muy cómodo ponte incómodo un ratito y dime para quién trabajas Dime qué se hizo de abraham Dime por qué no detienes ya los cuchillos y los fusiles Que el día es blanco de los aviones cada hora es blanco de una infamia cada ratito es blanco de un hogar que se hizo ruina
Pero mientras el pan esté tan duro ese niño asesinado por israel de cada día... no me lo des hoy! Marcos Reyes Dávila ¡Albizu seas!
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