He de decir tus ojos
“descubrir el misterio del agua...
como besar un poema que comienza en tu mirada”
Anamaría Fuster
En tus ojos
está el riesgo de la seda
Así te dije entonces
y así te dije siempre
El riesgo ese que sorteo
de ser preso nuevamente
Tejido --dulcemente--
en sus sorpresas
El riesgo
de un gusano empedernido
que se enrosca
en un verso monosílabo
Un verso que se hiciera luz
tenue mar
o ese sol
en el que se pierde la mirada
Que se hiciera tú
o pie de ti
o tul
en el ras fiel
de un dios
anclado eternamente en tu pupila
Sí
He de decir tus ojos
que me miran
inmensos y profundos
como un lago
de otoño y primavera
Decir fervor
Insomnio
Evanescencia
Decir beso del agua
Decir que esa mirada
me embiste
como un toro de espuma
Y con la transparencia
de ese pecho que te empina
delatando sus tambores
y el rumbo decidido
de las brújulas
Decir que se tiende sobre la piel
la huella muelle de su paso
los moluscos de su beso
y ese rocío ardiente
del amor que se encabrita.
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
Hay un sol
detrás de cada eclipse
Para Eduardo Galeano:
In Memoriam
No cabe duda
La asfixia tiene la leche agria
y el pecho deshecho
Cómo decirle que NO
que todavía tengo mucho corazón
si el aire se te quemó dentro del pecho
persiguiendo pajaritos
de historias marchitas y olvidadas
de esos cuentos tuyos que irrumpían
como asalto en el camino
porque no eran para dormir ingenuos
sino para sacudir trapiches
y un abrazo de azúcar para ingenios
Cuentos hay que son historias
y hay historias que son cuentos
Sobre tu cabeza
despejada de nubes
aterrizaban pichones
de cinco y dieciséis siglos
Y aviones transatlánticos
con gritos de aldeas negras
Y con esos tiros en la nuca
en los que ensartabas
un índice acusador y justiciero
Nunca nadie fue nadie para ti
Quién se desveló más que tú
por los desguarnecidos y oprimidos
que veías hasta en sueños
con esos ojos verdes
de olivos del monte
que llevaban semillas en su centro
y alas zumbadoras en las cejas
Te escribo con la mano izquierda
como debe hacerse
para decirte
que van 500 años del gobierno
del campesino Sancho
y solo segundos
de tus hechos de apóstol
Pero las venas de América y del mundo
están abiertas por ti
esta mañana de abril
en que solloza la memoria
de un eclipse que no pudo ser
Un sol brinda luces y euforias
detrás de este eclipse
Las lágrimas se hacen pajaritos
Y América despierta.
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!