“descubrir el misterio del agua... como besar un poema que comienza en tu mirada” Anamaría Fuster
En tus ojos está el riesgo de la seda Así te dije entonces y así te dije siempre El riesgo ese que sorteo de ser preso nuevamente Tejido --dulcemente-- en sus sorpresas El riesgo de un gusano empedernido que se enrosca en un verso monosílabo Un verso que se hiciera luz tenue mar o ese sol en el que se pierde la mirada Que se hiciera tú o pie de ti o tul en el ras fiel de un dios anclado eternamente en tu pupila
Sí He de decir tus ojos que me miran inmensos y profundos como un lago de otoño y primavera Decir fervor Insomnio Evanescencia Decir beso del agua Decir que esa mirada me embiste como un toro de espuma Y con la transparencia de ese pecho que te empina delatando sus tambores y el rumbo decidido de las brújulas Decir que se tiende sobre la piel la huella muelle de su paso los moluscos de su beso y ese rocío ardiente del amor que se encabrita.
No cabe duda La asfixia tiene la leche agria y el pecho deshecho Cómo decirle que NO que todavía tengo mucho corazón si el aire se te quemó dentro del pecho persiguiendo pajaritos de historias marchitas y olvidadas de esos cuentos tuyos que irrumpían como asalto en el camino porque no eran para dormir ingenuos sino para sacudir trapiches y un abrazo de azúcar para ingenios Cuentos hay que son historias y hay historias que son cuentos
Sobre tu cabeza despejada de nubes aterrizaban pichones de cinco y dieciséis siglos Y aviones transatlánticos con gritos de aldeas negras Y con esos tiros en la nuca en los que ensartabas un índice acusador y justiciero
Nunca nadie fue nadie para ti Quién se desveló más que tú por los desguarnecidos y oprimidos que veías hasta en sueños con esos ojos verdes de olivos del monte que llevaban semillas en su centro y alas zumbadoras en las cejas
Te escribo con la mano izquierda como debe hacerse para decirte que van 500 años del gobierno del campesino Sancho y solo segundos de tus hechos de apóstol Pero las venas de América y del mundo están abiertas por ti esta mañana de abril en que solloza la memoria de un eclipse que no pudo ser Un sol brinda luces y euforias detrás de este eclipse Las lágrimas se hacen pajaritos Y América despierta.