viernes, 19 de julio de 2019

Lecciones del 17 de Julio de 2019



Lecciones del 
17 DE JULIO DE 2019


Seguramente la manifestación del 17 de Julio de 2019 celebrada en el Viejo San Juan contra el gobierno corrupto de Ricardo Rosselló ha sido la más numerosa y contundente de la historia de Puerto Rico. Eso incluye la que se efectuó contra la Marina de Guerra de USA y la olvidada Contra el SuperPuerto de Hernández Colón de hace varias décadas.
Desde mediada la tarde, hasta las 10 de la noche, un río interminable de gente ingresaba a pie, al menos desde el Puente Dos Hermanos, creando una multitud tan grande que arropó todas las calles del Viejo San Juan.  A eso hay que agregar las manifestaciones celebradas en otros pueblos del país y en otras ciudades de Estados Unidos. Y encima de todo, el recorrido a través de las calles de San Juan de un millar de motociclistas. Los estimados de 150 a 200 mil  participantes --y aun más-- no son inverosímiles.
En cuanto manifestación pública contra un gobernador y un gobierno abusador y corrupto, los sucesos de ayer son los más extraordinarios de la historia nacional.
La formidable afluencia de una juventud entusiasta y valerosa, que tuvo el tesón suficiente para permanecer firme durante más de seis u ocho horas, sencillamente asombra y mide con exactitud el grado de indignación y rechazo saturado.

No se trata seguramente solo de la reacción al chat infame del gobernador arrogante y su círculo íntimo de mafiosos. La expresiones de rebeldía y rabia han sido impulsadas, dicho sea con certeza, por la suma de una infinitud de denuncias que han colmado de ácido el corazón de este pueblo.
La podredumbre que puso al descubierto el Huracán María, con su enorme secuela de muertos insepultos, no será olvidada hasta pasadas varias generaciones. Del mismo modo el sistemático e inclemente saqueo y despojo, como el de la Universidad, los derechos laborables, pensiones, el cierre de escuelas, el desempleo, la fuga de la población virtualmente abocada al exilio, los empleados fantasmas, y ese desfile interminable de privilegios que asumen los que deberían ser servidores públicos, es decir, funcionarios dedicados a servir al pueblo y no al lucro personal con sueldos astronómicos que no existen ni siquiera en los países más ricos del planeta. En Puerto Rico, cualquier hijo de vecino se coloca a sí mismo con chofer y escolta para pasar de lado al frente de todos en sus limosinas negras.

 
Mas, sin duda, colmaron la copa las acusaciones de corrupción presentadas recientemente ante los tribunales --que aquí llaman federales, siendo en realidad, coloniales-- a varios de los principales protagonistas del gobierno de Rosselló seguido, casi de inmediato, por la publicación del chat sostenido desde el año pasado entre algunos de los cómplices más cercanos de la corrupción más desencarnada y depravada.
Cualquier evaluación de esta gesta histórica, así como de sus alcances y su proyección, debe tener en cuenta dos cosas.
Primero, que todo gobierno colonial es por definición capitalista y corrupto.
Segundo, que todo gobierno capitalista es corrupto.
No se trata, pues, de Rosselló y su claque, aunque este haya sido el más torpe y arrogante. Sacarlo del gobierno acaso solo signifique a la larga sustituirlo por otro que quizás sea más sofisticado y mejor explotador. Pero ese gobierno, aun en el mejor caso, seguirá siendo colonial y capitalista, luego, inevitablemente corrupto.
Lo más triste de los eventos que cabe anticipar con un considerable grado de certidumbre es que una parte considerable de los marchantes sigan votando el PNP. Es, así mismo triste, tener la certidumbre de que tantos deportistas que muestran con orgullo la bandera boricua o los que celebran las victorias de ellos... voten PNP.
No empece, el legado del 17 de julio de 2019 tiene un efecto saneador en un pueblo que palpa su vigor y contempla una identidad  propia, suya, en el rostro que marcha y enarbola su bandera. Que la mayor parte de los puertorriqueños no haya nacido es garantía a la esperanza.
Quizás el mejor y principal legado del 17 de Julio es la demostración de que aún tenemos un pueblo capaz de unirse, de indignarse, de manifestarse solidariamente. ¡Y con valor y tenacidad!
Que es un pueblo todavía joven, vigoroso y pujante que acaso un día pueda encontrarse frente a las puertas de una libertad no colonial, aunque no alcance aun la libertad no capitalista, mucho más importante.
HOSTOS SIEMPRE, mejor que nadie, podrá alumbrarnos ese camino.

Marcos Reyes Dávila
¡Albizu seas!
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